HOY POR HOY SABEMOS MUCHO ACERCA DEL ESTRÉS
Sin embargo, aún muchas personas no toman en serio el estrés en tiempos de cambio.
Tu vida está en constante cambio. Nada permanece igual. Tú cambias a lo largo de los años, aunque no te des cuenta. Lo mismo que tus circunstancias y ambiente.
No obstante, hay cambios que pueden ser muy intrusivos y que pueden alterar tu ritmo de vida de manera significativa.
Mucho estrés, más allá de que sea por exceso de trabajo, relaciones íntimas poco satisfactorias o una situación difícil o complicada, te desestabiliza mentalmente y provoca efectos físicos adversos.
El doctor Hans Selye descubrió que todos tenemos la habilidad para adaptarnos a los eventos diarios, sin embargo, aclaró que, cada individuo tiene su propio límite de capacidad adaptativa.
Ósea que esta es individual y depende de cada persona.
¿VIVES ESTRESADO?
El estrés afecta a más personas de las que te imaginas.
Tu cuerpo está diseñado para lidiar, e incluso para desenvolverse mejor, con breves y esporádicos periodos de estrés.
El estrés es una reacción automática y natural del cuerpo ante una situación amenazante o peligrosa.
No obstante, estar expuesto a demasiada tensión no es bueno para el cuerpo ni para la mente. De hecho, el exceso, va deteriorando el sistema inmune.
La manera de cómo percibes la vida, determina, en alto grado, la cantidad de estrés o tranquilidad que una situación te genera.
Si constantemente te sientes bajo presión, si eres altamente competitivo, si eres impaciente, ambicioso.
Tratas de hacer muchas cosas a la vez, hablas fuerte y rápido, te presionas y presionas a los otros.
Escondes tus sentimientos, tiendes a ser adicto al trabajo y siempre tienes prisa por terminar tus tareas.
Probablemente seas una persona que se estresa mucho.
¿CÓMO REACCIONAS?
¿Propicias situaciones de estrés al imponerte metas que están fuera de tu alcance? ¿En qué medida afectan estas situaciones tu salud?
Cada persona reacciona de manera distinta ante los cambios. Cada uno afronta los retos y problemas según sea su carácter.
Por supuesto, si el cambio al que nos exponemos le hace un giro de 180 grados a nuestra vida, lo natural, será que tengamos que adaptarnos. Y cómo la vida fluye de manera continua, hay que hacerlo de manera rápida, inteligente y efectiva.
Claro, esto es más fácil de decirlo qué hacerlo. Por eso, entramos en periodos de estrés largos. Recordando que el estrés, si no se maneja bien puede tener consecuencias muy negativas.
SEÑALES DE ADVERTENCIAS
- Duermes con dificultad o te despiertas en la madrugada.
- Te irritas por cualquier cosa.
- Te cuesta trabajo tomar decisiones.
- Estás siempre apurado.
- Estás permanentemente cansado o falto de energías.
- Te resistes a los cambios.
- Te sientes agobiado por las demandas diarias, tanto de la vida como de las personas que te rodean.
- Sueles perder el sentido de la perspectiva (poca habilidad para distinguir lo esencial, perderse en los detalles).
- Piensas que eres indispensable: trabajas hasta quedar exhausto.
- Tu sentido del humor es casi nulo.
- Has aumentado el consumo de alcohol o lo necesitas para relajarte.
- Fumas más de lo habitual.
- Necesitas cafeína para mantener tus niveles de energía.
- Tienes miedo a muchas cosas.
- Te sientes incapaz de salir adelante, incluso ante obstáculos que antes parecían insignificantes.
- Has perdido el interés en tus pasatiempos.
¿TE IDENTIFICAS CON ESTA LISTA?
Si reconoces en esta lista más de 5 síntomas. Podrías estar bajo demasiado estrés.
Es prioritario revaluar las áreas de tu vida que te producen estrés.
Por otra parte, estos síntomas resaltan los diferentes tipos de conducta y aspectos de tu personalidad que son más propuestos a crear problemas y dificultades.
De verdad, te recomiendo que te tomes muy en serio tus niveles de estrés.
No esperes a que el problema se te salga de las manos.
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